Las leyendas suelen nacer de una historia real y, algunas, cuando las despojas de los añadidos fabulosos, dan más miedo. Eso ocurre con la verdad detrás de lo que se ha replicado mil veces como el caso de Danny LaPlante, el chico que vivió seis meses detrás de las paredes de una familia haciéndose pasar por el fantasma de su madre muerta.