La vorarefilia es el deseo erótico de ser comido o comerse a tu pareja sexual. Lo normal es que se quede en el terreno de la fantasía, pero, en más de una ocasión, ha derribado la cuarta pared y trasladado esa fantasía a la realidad. El caso más famoso es el del caníbal de Rotemburgo, Armin Meiwes, pero ha sucedido en más ocasiones: en 2013, Detlev Guenzel asesinó a su pareja, a la que conoció en un foro antropógafo de internet. Hablamos con la sexóloga Laura Cruz y con el sociólogo y profesor de Criminología, Pablo Vergel, para analizar el fenómeno.