Te cuento la historia de mi carnicero que, de un día para otro, se quedo sin clientela, llego la pandemia.
Se dio cuenta que no tenia manera de contactar proactivamente con sus clientes, debía esperar a que fueran ellos los que pudieran pasar por su negocio, no podía ni siquiera informarles del WHATSAPP que había habilitado para los pedidos de carne que llevaría a domicilio.