378. Las Xanas (Leyenda Asturias)

Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda

Aug 27 2022 • 7 mins


Había una vez en la profundidad de Asturias, España un pueblo llamado villanueva de la municipalidad de Teverga había un trashumante que había estado llevando ganado desde su pueblo a castilla. Este hombre, viejo conocedor de las tierras y las peñas de las montañas asturianas, paso frente a la casa de una señora que estaba amasando el pan del día. La señora cuando vio al trashumante con la indumentaria propia de los campesinos asturianos le dijo.

Disculpe la pregunta. De donde es usted.

El hombre detuvo su paso y con mucho respeto le contesto.

Yo soy de Villanueva, teverga.

De Villanueva. Que bien. Y cuénteme conoce usted la peña Blanca cerca a Villanueva.

Claro mi señora. Esa peña es bien cercana a donde vivo allí.

Pudiera usted hacerme un favor una vez llegue allí. Le pagare bien a usted.

Si claro digame que necesita y con mucho gusto lo hare.

La señora  entro a su casa y saco 3 bollos de pan recién horneados y entregándoselos le dijo.

Estos bollos son una ofrenda para 3 Xanas que viven allí en la Peña Blanca. Puede usted entregarles los bollos mañana que es el día de San Juan.

El Trashumante claramente sabía a que se referia la mujer.

Las Xanas son las hadas de las aguas de Asturias, con forma de mujer de gran belleza, de largos cabellos rubios, usualmente adornados con peines dorados y manojos de flores que acompañan sus ojos verdes de mirada fascinadora.

Se dice  además que estos seres mágicos de belleza insuperable suelen hacerse visible todos los 24 de Junio, el día de San Juan,  sentadas en las rocas de las peñas por donde las cascadas y las fuentes de agua discurren. Los trashumantes y los campesinos que recorren estos parajes reconocen en estas mujeres multiples virtudes y peligros. Saben que pueden ser muy generosas con el oro que poseen o por el contrario pueden ser vengativas con aquellos que las tratan de engañar.

El trashumante tomo los tres bollos y los guardo cuidadosamente en sus alforjas y continuo su camino hacia Villanueva.

Cuando llego a su casa, dejo los bollos en la mesa de su hogar advirtiéndole a su esposa que no debían ser consumidos por ser una ofrenda a las Xanas, pero a media noche su mujer que era muy glotona se levanto y tomando uno de ellos retiro una parte para comérselo. Pero el Bollo de pan comenzó a sangrar y la mujer asustada trato de colocar el pedazo de nuevo pero no lo logro, Antes del amanecer del día siguiente, el día de San Juan, el trashumante tomo los 3 bollos y se dirigió rápidamente a la Peña Blanca esperando que Siendo el 24 de Junio, las Xanas aparecerían en la peña.

Cuando el sol salió sobre las altas montañas asturianas, los rayos del sol iluminaron las peñas Blancas y estas se abrieron dejando salir 3 bellas mujeres, 3 bellas Xanas.

El hombre se acerco a la primera de ellas y con valentía le entrego uno de los bollos. La mujer tomo este entre sus manos y el bollo de pan inmediatamente se convirtió en un hermoso caballo con crines de oro. La xana salto sobre el y rápidamente salió cabalgando. Cuando paso junto al hombre le dejo caer un peine de oro como regalo de agradecimiento.

Luego se acerco a la segunda xana y le entrego el segundo Bollo. Al igual que la primera, la mujer tomo el bollo y este se convirtió en un bello caballo de crines plateadas. Salto sobre el y salió rumbo hacia las montañas. Cuando paso junto al hombre le dejo caer un collar de oro como regalo de agradecimiento.

El trashumante tomo el ultimo bollo, aquel que la esposa había comenzado a comer. La Xana tomo el bollo y de allí salió un bello