Nuestro panita de bigote nos acerca un poco de calor y buenas vibras, haciendonos menos extraños a un diamante en bruto como lo es Ecuador. Playa, Carlos Vives, quejas sobre la aerolínea, chiringuitos, buena comida y otro análisis demográfico profundo. Si andan por la vuelta, no dejen de visitarnos, los esperaremos con Marlon Brando para comer un buen ceviche.