Josué 5 - El Príncipe del Ejército del Señor

Primero Dios, con Gerardo Farías

May 8 2024 • 6 mins

Israel había cruzado el río Jordán en seco, y muy pronto debían luchar contra la ciudad de Jericó. Pero antes debían purificarse, y para ello el Señor le ordena a Josué que circuncide a todos los varones de Israel. Todos los varones que estaban por ir a la guerra, no habían sido circuncidados. Ellos habían nacido en el desierto. Sus padres habían sido circuncidados en Egipto; pero ellos no. La circuncisión es la señal del pacto. Y aunque era algo que se hacía en la carne, también debía ocurrir a nivel espiritual. Todos debemos circuncidar nuestros corazones. Si queremos tener la bendición y la dirección de Dios, debemos quitar de nuestros corazones todo orgullo, toda soberbia, y toda mentira. Debemos ser leales al Señor, para poder contar con su bendición. Con todos los varones heridos, podrían haber sido presa fácil de sus enemigos. Pero la Biblia dice que todos estaban muy atemorizados, porque escucharon de cómo Israel había cruzado en seco el Jordán. Luego celebraron la Pascua, y usaron granos tostados de la tierra. Solo cuando empezaron a usar el fruto de la tierra, es que Dios dejó de darles el maná. Pero lo más importante del capítulo de hoy, es el encuentro de Josué con el Ángel del Señor. Este Ángel era el Señor Jesús antes de su encarnación. Josué se postró a adorarlo. Y Jesús le pidió que se sacara el calzado. Así como Dios se había encontrado con Moisés en la zarza ardiente, ahora se encontraba con Josué. Dios siempre aparece en momentos clave, para dar ánimo e instrucciones precisas de cómo proceder en los momentos más importantes de la vida. La pregunta no es sí Dios está con nosotros. La pregunta siempre tiene que ser: ¿Estoy yo con el Señor? ¿Estoy dispuesto a seguirlo y obedecerle? Las grandes conquistas solo son posibles mediante la fe y la obediencia. Que el Señor te bendiga.