En la mayoría de tus correos electrónicos, deberás concentrarte en implementar una única llamada a la acción. Esta norma generalmente no se aplica a las newsletters, que a menudo sirven como herramientas de información diversa sobre las últimas novedades de tu negocio. Sin embargo, lo usual es que cada correo electrónico se centre en una principal llamada a la acción.
Recuerda la regla de oro: un email debe tener un solo objetivo y, por consiguiente, una única llamada a la acción. No podría expresarlo de manera más directa.
Esto, por supuesto, no implica que no puedas emplear diferentes métodos para ejecutar dicha llamada a la acción. Por ejemplo, en tus correos electrónicos tienes la libertad de:
Hipervincular imágenes a tu página de ventas, proporcionando así un acceso directo y visual hacia donde deseas dirigir a tus lectores.
Crear enlaces dentro de ciertas secciones del texto, lo que te permite guiar a los lectores hacia acciones específicas sin limitarte a un único