Los exjugadores de fútbol Mario Boyé y René Pontoni, que eran concuñados, fundaron esta pizzería emblemática en el barrio de Belgrano, en 1963. Más de 40 años después, volvió a cobrar vida de la mano de René Pontoni (nieto). Desde entonces, la pizzería pasó de ser un local estilo bodegón a crecer en cantidad de restaurantes e incorporar algunos bares ocultos donde nadie se imaginaba.
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