Y al salmo todos respondemos: «algún día va a llegar una verdadera lluvia que va a limpiar las calles de esta escoria» Travis Bickle, Taxi Driver
Al caer la noche cambia el bullicio por una repentina calma que precede a la tormenta. Al dar las manecillas del reloj la medianoche se avecinaba el surgimiento de las razas nocturnas, de los cinéfilos/yunkies buscando con desespero ese relato que los saque de su existencia momentáneamente. Bienvenidos al rito de la midnight movie, un momento de descontrol en el interior de la sala, bajo el reflejo lumínico del proyector y de 24 fotogramas por segundo y una banda de sonido capaces de sacar al freak que escondemos, el yo, ello y superyo eclosionando en cada asistente bajo el hechizo.

Las midnight movies fueron una tradición de las salas de cine de antaño, cuando había películas no aptas para toda la audiencia, cuando se querían proyectar estas cosas que estaba un poco prohibidas, que eran tratadas como con desprecio por plasmar historias difíciles tratar tabús, perversión, escandalo, no sabias realmente con qué te ibas a encontrar. Estas cosas un poco malditas que eran muy difíciles de vender en un horario “normal”.

@ritos.cinéfilos

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