El Camino de la Vida

Pastor César A. García (IBGR)

Estas son breves meditaciones relacionadas con nuestro peregrinaje por este mundo; meditaciones devocionales y de aplicación para usted, que tomamos de versículos, pasajes de la Escritura, y algunos temas de interés cristiano. read less
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Pensando en la Muerte de Vez en Cuando.
Sep 21 2023
Pensando en la Muerte de Vez en Cuando.
Usted está leyendo esta nota ahora, no sabiendo si Dios lo llamará a casa antes de finalizar el día: eso es una realidad independiente de si usted puede y quiere reconocerlo. Deseo recordarle que tanto usted como yo somos pequeños saltamontes delante del Trono de majestad, y que nuestras vidas están en las inmensas manos de nuestro buen Dios y Señor. Ni usted, ni yo, ni ningún otro ser humano puede decir en esta mañana: “hoy no moriré”, y mucho menos, intentando esgrimir razones como: aún soy joven, estoy felizmente casado, aún no creo que sea el tiempo, quiero hacer esto o aquello, ni incluso, porque es consciente de que su casa no está en orden. Sólo basta observar el ejemplo de Ananías y Zafira para ser recordados de un par de personas que, al ver la llegada del sol en la mañana, jamás pensaron que sus ojos no iban a ver la llegada de la noche. Sabemos que la muerte es algo inevitable, pues así está escrito; pero pese a que lo sabemos, preferimos no pensar en ella y decidimos mejor ocupar en los afanes del día. El mero pensamiento de tener que dejar a nuestras esposas (o las esposas a sus esposos), nos aflige sobremanera, y pensar en nuestros hijos como huérfanos, nos aterra. Así las cosas, y dado que la muerte es algo que causa dolor al más fuerte, y que tiene la potestad de afligir al que está más firme, solemos mirarla con respeto, evitamos hablar de ella, y más a menudo que no, decidimos en vano erradicar de nuestra mente aquella inevitable realidad: nuestros días son cortos y no sabemos cuál es el límite que Dios ha establecido para ellos.
Cristo es Nuestro Refugio
Sep 5 2023
Cristo es Nuestro Refugio
Los puritanos solían decir que el Señor Jesucristo representaba un santuario para los santos: un santuario en el que ellos estaban seguros, en el que ellos adoraban a Dios y en el que había salvación, certeza, gozo y bendiciones en abundancia. Y es cierto… en Cristo, somos salvos de la ira de Dios, de la maldición de la ley y de las asechanzas de Satanás. Cristo es la Roca en la que se cimenta la iglesia, y por ende, el sostén más seguro para las almas de aquellas piedras vivas que la componen. ¡Ese bendito Cristo es nuestra ciudad de refugio! En Él somos librados de nuestros adversarios, y por Él somos protegidos de nuestros temores, tormentas y tentaciones. ¡No hay otro refugio para el pecador más firme o más seguro que el Señor Jesucristo! de hecho, Él no es un mero refugio, ¡es el Refugio, el único refugio!... Él es nuestro Castillo Fuerte al que nadie puede entrar para hacernos daño, y nuestro Ebenezer (Roca de nuestra salvación) que nadie puede desarraigar para derribarnos. Pero Cristo también es nuestro refugio en términos de provisión, pues ¿de qué servirá entrar en un refugio para que el enemigo no acabe con nuestras almas, si allí nuestras almas morirán de hambre? ¡Si en ese refugio no hemos de hallar descanso para nuestro espíritu, confort para el corazón y alimento para nuestras almas, igual da que nos coma el enemigo afuera! … pero cuando entramos "en el refugio de Cristo", o “en el Cristo del refugio”, nada le hará falta a nuestras almas, pues si vivimos, en Él vivimos, y por Él seremos provistos de todo lo que nos haga falta para glorificarle conforme a Sus riquezas en gloria; y si morimos, en Él morimos y de Él tendremos provisiones inmensurables de gracia, por los siglos de los siglos. Así que el futuro de su alma depende de si usted ha entrado "EN" el refugio (en Cristo), o aún permanece "FUERA" del refugio (apartados de Cristo). Si ha entrado "EN" el refugio, recuerde que una vez adentro […] nadie las arrebatará de Su mano (Jn 10:28 )  ¡Ah! pero si usted aún no ha entrado, no se olvide de las promesas […] el que por mí entrare, será salvo (Jua 10:9), y el que a mí viene no le echo fuera (Jua 6:37).