384. El Gritón (Leyenda Zenú)

Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda

Sep 10 2022 • 7 mins

Había una vez en lo que hoy conocemos como el magdalena medio, en Colombia, una tribu Zenú que vivía en la confluencia de 3 ríos, El rio Sinú, el rio San Jorge y el rio Nechi. Esta región era una región muy fértil y rica en oro y otros metales.

La tribu Zenú era reconocida por su orfebrería y alfarería y todos los miembros eran muy dedicados a las labores diarias cultivando maíz, yuca, frijoles y multitud de frutas. La tribu era reconocida por su capacidad laboriosa.

Cuenta la leyenda que hace muchos años había una india que se comportaba mal con la comunidad. Esta india se negaba a colaborar con el sembrado del maíz y tampoco ayudada con las labores de la comunidad. Y para colmos no seguía las reglas establecidas por siglos por los mayores de la tribu, y para demostrarlo permanentemente insultaba a los ancianos y consejeros. Esta india era un dolor de cabeza para todos en la tribu.

Como era costumbre en la tribu, cuando había un miembro de la comunidad que no siguiera las normas de convivencia debía ser expulsada. Cuando el consejo de ancianos se reunió, llevara ante el a la india y después de ser oída, decidieron que ella tendría que dejar la planicie donde vivían e irse lo más lejos posible.

La india decidió salir inmediatamente, jurando vengarse cuando le fuera posible y tomando el camino de las altas montañas se dirigió a lo que hoy se conoce como los montes de maría. Una zona selvática donde los antiguos habitantes decían que las nubes se besan con las cimas de las montañas.

La india, enojada por haber sido expulsada, estableció su vivienda en lo alto de las montes y allí durante un buen tiempo se dedicó a construir una choza y a cultivar lo posible con el fin de obtener los frutos de la tierra. Además, aprendió a cazar y luego a criar algunos cerdos. Paradójicamente su vida sola era un ejemplo de dedicación y empeño. Una actitud contraria a la que generalmente demostraba cuando vivía en comunidad.

Una noche la india se encontraba resguardada en su choza, esperando que amainara una enorme tormenta que amenazaba con echar por tierra todo lo que había construido con tanto esfuerzo, cuando vio gracias al destello de un rayo que ilumino su puerta vio un ser con forma de hombre pero rodeado de un aura misteriosa. El hombre entro a la choza y con buenos modales le solicito posada diciéndole que estaba perdido y que necesita donde protegerse de la tormenta. La india sabiendo que era la primera persona que veía en años, lo recibió y le dio de comer y beber, pero algo en el no le gustaba.

Pasada la tormenta el hombre se marchó, pero le prometió que el la visitaría con frecuencia. Y así fue. Aquel ser misterioso comenzó a cortejarla galante y periódicamente le traía frutas, hortalizas y uno que otro animal.

Con el tiempo y debido a su soledad, la india se enamoró de aquel hombre y con el tiempo quedo embarazada. Lo que ella no sabía era que aquel hombre era en realidad un demonio que vivía en los montes y que transfigurándose como un hombre quería poseerla para que le diera un hijo. Cuando la india quedo en embarazo, el hombre jamás volvió a aparecer y ella tuvo que tenera su hijo sola en la montaña.

Cuando nació el niño con cara de viejo y mitad hombre y mitad diable. El niño, viviendo solo con su madre, no sabía de la existencia de otros hombres y por muchos años simplemente conocía a su madre que lo cuidaba y le enseñaba los menesteres de la crianza de animales y el cultivo del maíz.

Un día, mientras el niño deambulaba por los cultivos, sintió las voces de otros indios que se habían perdido en los montes de maría y el curioso salió a ver que eran esos ruidos. Los indios cuando vieron la figura mitad hombre mitad diablo de aquel muchacho se asustaron y comenzaron a tirarle piedras